
Desde la Unidad de Logopedia en Villaviciosa de Odón del Centro GF os dejamos una serie de recomendaciones y buenos hábitos de higiene vocal para que cuidéis vuestra voz en caso de estar afónico o disfónico.
¿Cómo puedo cuidar la voz si me quedo afónico o disfónico?
Atendiendo a la persona, podemos realizar las siguientes recomendaciones sobre la higiene vocal:
- No fumar. El tabaco es un agente nocivo para la mucosa de la laringe, irritándola de tal forma que los pliegues vocales pierden movilidad, al estar inflamada.
- No abusar de las bebidas alcohólicas, sobre todo antes de utilizar intensamente la voz.
- Evitar los picantes en la alimentación. Llevar una alimentación equilibrada.
- No tomar bebidas excesivamente frías ni calientes.
- Evitar los caramelos de menta.
- Hidratarse adecuadamente: beber agua con frecuencia.
- Mantener un ritmo regular de sueño.
- Respirar adecuadamente, permitiendo que el abdomen y la zona intercostal de muevan libremente.
- No girar el cuello al hablar mientras se escribe en la pizarra.
- Debe evitarse los chillidos y los gritos, así como hablar con un ritmo inadecuado.
Buenos hábitos de la higiene vocal
Además de como nos puede ayudar un logopeda, si sufrimos una alteración en la voz también es importante mantener unos buenos hábitos de higiene vocal:
- Reposo vocal cuando se note tensión o se perciban primeros signos de fatiga vocal: disfonía, tensión de la garganta, sequedad, ardor estomacal, alergias, etc.
No exigir a la voz más de lo que exigirías a tu cuerpo: es necesario aprender a destinar períodos de reposo durante el día, no utilizar la voz de manera agotadora si estás enfermo o cansado porque la voz también se fatiga.
- Evitar gritar. No combatir mediante la intensidad de la voz en las grandes multitudes o lugares de considerable ruido.
Por ejemplo, si queremos llamar a alguien que está en otra habitación nos acercamos en lugar de llamarle a gritos; si estamos jugando a juegos al aire libre sustituir los gritos por señas, palmas silbidos, etc. Si estamos en un aula utilizar las palmas o un silbato para llamar la atención o pedir silencio. Es muy importante respetar este hábito sobre todo cuando estemos en períodos de disfonía o tensión vocal.
- Hidratarse bien bebiendo abundantes líquidos a lo largo del día a temperatura ambiente.
Evitar bebidas muy frías o muy calientes. Procurar tener a mano siempre agua cuando nos esperan muchas horas seguidas de trabajo.
- Mantener siempre una higiene bucal adecuada.
Hacer gargarismos con sustancias no irritantes si hay molestias en la faringe. Mantener las fosas nasales limpias y libres para hacer una adecuada respiración nasal. Humedecer los ambientes donde se pasen muchas horas.
- Mantener siempre una higiene postural adecuada.
Importante cuando estemos hablando: postura erguida de manera que no hundamos el tórax y la barriga (zona diafragmática-abdominal) y así haya suficiente espacio para respirar adecuadamente. Intentar mantener la zona del cuello relajada evitando tensiones musculares. Dedicar ratitos del día a hacer estiramientos y ejercicios de relajación.
- Evitar el uso de la voz en situaciones donde se realice un esfuerzo físico considerable.
Minimizar el uso de la voz si ésta está ya alterada. No carraspear ni toser y en lugar de ello bostezar, tragar lentamente y beber un poco de agua. Utilizar el bostezo para relajar la zona faringo-bucal. Descansar después de hablar mucho rato y procurar no hablar en espacios muy ruidosos. Evitar hábitos nerviosos al hablar: carraspeo, contener la respiración hablando rápidamente, hablar con respiración insuficiente, hablar en tono bajo y monótono, etc. No hablar con voz monótona de tono bajo: se debe permitir que el flujo respiratorio alimente la voz de manera que el tono se mantenga, varíe y suene bien. Evitar inicios de voz tensos y bruscos: mantener la garganta relajada cuando empieza a hablar. No hablar con frases más largas que el ciclo respiratorio natural: hablar lentamente y realizar pausas más frecuentemente.
Citas y consultas Centro GF: 91 616 31 62