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Una mujer cuando da a luz no suele recuperarse de una forma tan espectacular como la recuperación de las mamás famosas, y nota claros cambios tras sucesivos embarazos.

Recuperación tras el Embarazo

En múltiples medios se publican “trucos para estar estupenda tras el parto y la lactancia”. Estas suelen consistir en cosas tan básicas y sencillas como “comer bien” o “hacer algún tipo de ejercicio específico”. Sin embargo, una mujer cuando da a luz no suele recuperarse de esta forma tan espectacular y nota claros cambios tras sucesivos embarazos.

Todos los días vemos noticias de famosas que “han recuperado perfectamente su figura tras dar a luz”.Es lógico que tras 2 gestaciones y sus respectivas lactancias, una mujer se pregunte. ¿Qué hay de verdad y de mentira en todo este asunto?. ¿Qué pasa con todas esas “estrías” y todas esas “laxitudes” que han aparecido?. ¿Por qué a pesar de hacer todo lo que he leído se me ha quedado esta barriguita?. Tratemos de arrojar un poco de luz.

Cambios debidos al embarazo

El embarazo genera una serie de cambios hormonales, cardiovasculares… e incluso psicológicos en la mujer, cuyo objetivo absoluto pasa a ser mantener y dar a luz al nuevo ser que lleva dentro. Biológicamente, el embarazo es tan prioritario como la propia supervivencia para el cuerpo.

Período Gestacional

Aparte de otras adaptaciones, en el primer período gestacional:

  • El pecho de la mujer pasa a su última etapa madurativa. El pezón y la areola aumentan de tamaño y se oscurecen, la glándula mamaria comienza a aumentar de volumen y a prepararse para ser el único sostén del recién nacido durante los primeros 4-6 meses.
  • La progesterona (la denominada “hormona del embarazo”) favorece que los tejidos presenten mayor laxitud. Este efecto es especialmente importante en el abdomen, que ha de distenderse de forma espectacular para albergar al bebé. Se produce una “diástasis” fisiológica de la musculatura abdominal, especialmente de los rectos abdominales, que se hallan en posición central.
  • Hacia el final, los órganos genitales y el canal del parto ganan laxitud, se distienden y se preparan para el parto.

 

Cuidados pre-parto

Estos cambios ocurren antes de dar a luz, no están condicionados por el parto y afectando por igual a todas.

En esta etapa, mantener la musculatura tonificada, no aumentar excesivamente de peso (se recomienda en torno a 9kg-10kg, aunque depende del índice de masa corporal de cada mujer), llevar una buena alimentación suplementada con vitaminas y realizar ejercicio, pueden ser útiles para minimizar el impacto de las secuelas posteriores.

Asimismo, la hidratación de la piel es un aspecto fundamental para tratar de disminuir la aparición de estrías (que no son más que cicatrices internas por expansión-contracción cutánea), como también lo es la sujeción correcta del pecho, para evitar exceso de laxitud cutánea por el nuevo “peso” que presenta y que presentará si la madre ha decidido dar lactancia natural a su hijo.

Sin embargo, y a pesar de realizar todo esto de forma rigurosa, los cambios se producirán igualmente.

Cambios post-parto

Tras dar a luz, todos los tejidos externos e internos han de “volver a su lugar”. En función de cada mujer, del número de hijos previos y de su edad, este fenómeno de recuperación se producirá en mayor o menor medida en los sucesivos meses; pero a pesar de todo lo que nos puedan decir, NUNCA será “ad integrum”.

Existirán cambios que permanecerán en el tiempo… Como la coloración de las areolas y su nuevo tamaño, el descenso del tejido mamario que se verá compensado sólo parcialmente por la retracción de la piel, o la aparición de cierta laxitud abdominal que antes podía no existir.

Si el parto ha sido vaginal, este también experimentará cambios, que podrán compensarse aumentando el tono de la musculatura pélvica.  Si fue por cesárea, aparecerá una nueva cicatriz, y con más probabilidad, una separación permanente de los músculos rectos abdominales.

Hay que decir, que el hecho de tratarse de una mujer joven que no ha presentado partos previos, que desarrolla ejercicio físico regularmente (e incluso realiza ejercicios específicos para tal fin de forma estricta), que siga una buena alimentación y utilice prendas de sujeción correctas, tendrá una recuperación más cercana a la totalidad que otra mujer que no cumpla alguno de estos factores… Y sin embargo, TODAS igualmente experimentarán cambios.

Período de lactancia

Finalmente en el período de lactancia, mientras la recuperación del resto del cuerpo se va produciendo, el pecho seguirá sufriendo distensiones y contracciones,  y seguirá soportando toda la exigencia alimenticia del bebé…

Como ya mencionamos, es fundamental una buena sujeción 24h al día, para que a la distensión producida por el aumento de volumen, no se sume la de la fuerza gravitatoria. Aún así, tras la lactancia, el pecho se recuperará parcialmente como el resto de tejidos.

Si bien es cierto que una mujer cuyo principal objetivo (por encima del beneficio de su bebé) sea su propia recuperación debería de plantearse no dar el pecho, lo ideal para ambos, es llevar a cabo la lactancia materna durante al menos 6 meses; que entre otros múltiples beneficios, reduce el riesgo de padecer cáncer de mama en el futuro.

“Ha pasado 1 año desde que mi bebé dejo el pecho; he hecho TODO lo que he leído rigurosamente… ¿Donde está mi recuperación perfecta? ¿Qué ha hecho la de esta revista que no haya hecho yo?”.

Si es tu caso y leíste hasta aquí, vamos a desvelar el “secreto de los famosos para una correcta recuperación”.

El secreto

Las mujeres que suelen salir como ejemplos de esas recuperaciones son mujeres muy jóvenes, con una genética privilegiada (por ello son modelos, actrices…) que le confiere generalmente unas buenas características de piel (órgano externo y estético por excelencia), que realizan un cuidado personal (ejercicio, alimentación…) espartano. ¿Comen “lo que quieren”? Es posible, siempre y cuando sea algo permitido o esporádico… La realidad es que, por mucho que digan, no “comen cualquier cosa”, ni “se pasan el día sentadas”… Si no, todo lo contrario. 

En algunos casos están las prendas compresivas, que se pueden colocar discretamente debajo de un vestido, y “recolocan todo perfecto”.

Y más importante e impactante que eso, el mundo del “retoque fotográfico”, responsable de las grandes mentiras de la estética…

Y si aún así no es suficiente, o existe la necesidad de lucir un “perfecto desnudo”, existe una opción, que es la Cirugía Post-mamá o Cirugía Estética.

“¿Quiere decir esto que no existen estas recuperaciones, que es todo mentira?”

Por todo lo que hemos dicho, las recuperaciones “ad íntegrum” NO EXISTEN. Siempre hay secuelas, por pequeñas que sean… Sí existen, sin embargo, las recuperaciones espectaculares casi completas no son posibles para cualquiera.

“Nunca me he preocupado especialmente por la estética, y evidentemente no voy a renunciar a darle lo mejor a mi bebé, ni me voy a volver loca con dietas y rutinas de ejercicio imposibles… porque entre otras cosas, tengo que trabajar y cuidar a mi familia… Pero me gustaría poder lucir tipo como antes… ¿Tienen arreglo estas pequeñas o grandes secuelas del embarazo?”

POR SUPUESTO QUE LO TIENEN, y en algunos casos los resultados pueden superar al estado “preembarazo”.

Tratamiento de cirugía post-mamá 

Existen múltiples cambios con el embarazo, aunque los tres puntos de atención fundamentales son:

  • El pecho
  • La región abdominal
  • La región genital

Los primeros 2 puntos son los más demandados clásicamente por las pacientes.

Mastopexia

Con las técnicas actuales podemos remodelar un pecho caído tras la lactancia, para que recupere su forma y posición inicial. Además podemos añadir implantes y conseguir no sólo la reposición, sino el aumento de volumen, que en muchos casos era previamente deseado por la paciente, consiguiendo una remodelación completa. Esta intervención se denomina MASTOPEXIA.

Abdominoplastia y Liposucción

La región abdominal, a pesar de que experimenta cierta recuperación y que con los ejercicios abdominales puede mejorar hasta cierto punto, generalmente presenta una diástasis (separación) irreversible de los rectos abdominales, que se manifiesta con la paciente de pie, al aumentar su perímetro de cintura respecto a la posición tumbada… Y que la paciente interpreta frecuente y erróneamente como un “acúmulo graso que ha quedado tras el embarazo”. Además de esto, suele existir laxitud de la piel, y estrías en la zona infraumbilical (la que más se distiende)… Y por supuesto que también pueden existir otros depósitos grasos en la zona.

Todo ello es solucionable con las diferentes intervenciones de ABDOMINOPLASTIA y LIPOSUCCIÓN, que adaptaremos a cada caso en particular.

Cirugía íntima

Finalmente, y con menos frecuencia, las pacientes a pesar de experimentar recuperación, refieren pérdida de tono de la pared vaginal (cuando el parto se produce por esta vía) y pérdida de volumen en labios mayores… Que por supuesto podemos corregir o mejorar con diferentes técnicas de CIRUGÍA ÍNTIMA.

Cirugía post-mamá

Todas estas cirugías pueden combinarse entre sí en una misma intervención y adaptarse a cada paciente en particular constituyendo lo que denominamos TRATAMIENTO QUIRÚRGICO ESTÉTICO POSTMAMÁ.

Las pacientes intervenidas experimentan una mejoría espectacular de su silueta, superando en muchos casos la previa, y ello les reporta altísimas tasas de satisfacción y bienestar psicológico, al haber recuperado totalmente o mejorado su atractivo físico, sin renunciar a ser madres.

Citas y consultas Centro GF: ? 91 616 31 62

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